Hace muchos años existió una familia que vivía en una mansión en medio de un bosque. Esta parecía abandonada ya que estaba muy descuidada.
Los integrantes de la familia estaban aterrados por todos los ruidos que escuchaban a su alrededor: en el sótano, las paredes, en el jardín. Los animales no se acercaban al lugar al igual que las personas del pueblo vecino.
Alma, la hija mayor, escuchó decir a la gente del pueblo que antes de que existiera la mansión había un cementerio junto con una iglesia. Pablo, el hijo menor, suponía que esa historia era verdad por los ruidos que escuchaba por todos los rincones de la casa y los cuales les producía mucho miedo. Gabriel, el padre, estaba aterrado por todo lo que le decían y por lo que oía, pero sentía que debía estar junto con su familia. La madre aceptó desde un principio que sería difícil vivir en aquel lugar pero la mansión había sido un regalo de bodas brindado por un familiar.
Una noche, un grito de terror se escuchó desde la mansión desteñida por su vejez. Al tiempo... un silencio, que se rompió por el sonido de las hojas movidas por la penumbra que trajo la oscuridad
Pasaron veinte años desde entonces y nunca se supo nada de la familia.
Fin
Melisa Gonzalez Gisbert
7ª grado
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